Carta Astral - Características y Composición
La Carta Astral es un diagrama usado, por los astrólogos para ejercitar la astrología. Representa el cielo (posiciones de los planetas, estrellas fijas y algunos otros cuerpos) y la tierra (horizonte y meridiano) desde un lugar (latitud y longitud) y a una hora (Hora sidérea Local), siendo una representación geocéntrica. Este último es un requisito imprescindible para su realización y no vale hacerlo de otra manera (por ejemplo, usando efemérides heliocéntricas).
Suele llamarse también Tema Natal, Mapa Natal, Radix, Natividad y Horóscopo, entre otros. Este gráfico lo usan los astrólogos como base para realizar la interpretación psicológica y para aplicar sobre él una serie de técnicas de predicción: tránsitos, progresiones, etc.
Para realizar una carta astral, es necesario disponer de las efemérides planetarias y de tablas de las casas, o de algún programa informático que utilice algoritmos de cálculo planetario, o acceda a una base de datos como las de la Jet Propulsion Laboratory de la NASA. En la carta astral se representan los Signos zodiacales, las casas astrológicas, los planetas, las estrellas y los aspectos astrológicos.
Para calcular una carta astral es necesario saber con exactitud la fecha (día, mes y año) y la hora (hora y minutos). También es imprescindible conocer la latitud y la longitud del lugar. Si no se conoce la hora o el lugar, es imposible establecer la posición exacta de las casas. La posición de los planetas puede calcularse a partir de las efemérides planetarias sin conocer la hora, porque para la mayoría de ellos basta con saber su posición a 0h de Tiempo Universal, que es como modernamente se publican estas.
En el caso de la Luna (es necesario decir que en astrología se llama planeta a cuerpos que no lo son astronómicamente), cuyo movimiento diario es del orden de 12-13º, tampoco se puede situar en el mapa astrológico si no se conoce la hora. El objetivo de los cálculos que siguen es encontrar la llamada A.R.M.C o Ascensión Recta del Mediocielo, o cúspide de la Casa X, para poder situar las casas en el mapa natal.
- La hora del evento (nacimiento o cualquier otro) es normalmente Hora Oficial. Hay que restar las horas de adelanto correspondientes (por horario de verano o por ahorro energético).
- Se toma la Hora Sidérea (HS) a 0h de Tiempo Universal de unas efemérides planetarias, para el día, mes y año que interese.
- Se convierte la longitud del lugar en grados, minutos y segundos en tiempo (horas, minutos y segundos) y se suma a la HS. Si la longitud es Este, se restará. Con esto hemos llegado a la HS para medianoche del lugar para el que se quiere levantar el tema natal.
- A este resultado se le suman las horas, minutos y segundos desde las 0h hasta la hora de nacimiento. Con esto obtenemos la HS en el momento del nacimiento o ARMC.
- Teniendo la ARMC (cúspide de la Casa X), ya se pueden calcular el resto de las casas.
- Se situan los planetas.
La Eclíptica
La Eclíptica es la banda circular que define el plano que contiene a la órbita que la Tierra recorre alrededor del Sol. Visto desde la Tierra, es la región del cielo que recorre el Sol al moverse por el cielo. Los astrónomos la utilizan como plano fundamental de uno de los sistemas de referencia para medir la posición relativa de los objetos astronómicos, ya que permanece muy estable sobre el fondo de las «estrellas fijas».
En este sistema de coordenadas, la posición de un planeta se calcula usando dos números, análogos a las coordenadas geográficas:
- La latitud eclíptica mide la desviación del planeta del círculo en cuestión, y se mide en grados.
- La longitud eclíptica se determina midiendo en el sentido contrario a las agujas del reloj, la dirección desde el punto cero en la eclíptica. Toma valores entre 0 y 360°.
El punto cero en la eclíptica se estableció usando el equinoccio vernal (que significa ‘de la primavera’) en el hemisferio norte el 21 de marzo, la jornada durante la cual el día y noche tienen la misma duración en todo el planeta (la palabra «equinoccio» proviene del latín aequi noctium, que significa ‘igual noche’). Este punto se define matemáticamente usando el punto de intersección entre el ecuador y la eclíptica (el plano formado por la órbita de la Tierra). El ecuador celeste se determina por la posición del eje de la Tierra en el espacio. Si este eje permaneciera siempre estable, el equinoccio vernal del 21 de marzo sería un punto fijo en el espacio.
Al alcanzar la astronomía un alto desarrollo en la antigüedad durante la edad helenística entre el 200 a. C. y el 200 de nuestra era, el equinoccio vernal en el hemisferio norte se situó entre las fronteras de las constelaciones de las estrellas fijas de Aries y Piscis. Los astrólogos de la época dividieron el círculo de la eclíptica en doce segmentos iguales de 30° usando este punto cero como un marco de referencia. A estos segmentos se les dieron los mismos nombres de las constelaciones de estrellas fijas que quedaban más o menos encuadradas por estas zonas. Es importante distinguir estos segmentos de 30° de la eclíptica (o signos del zodíaco), de la constelación zodiacal de estrellas fijas de fondo de las que tomaron su nombre en el pasado, y que, a diferencia de los signos del zodiaco, no corresponden a parcelas de la esfera celeste iguales entre sí.
La Precesión de los Equinoccios
Similar a una peonza o zaranda, el eje de la Tierra está sometido a un movimiento de precesión. Esto es consecuencia de que la Tierra no tiene una simetría esférica perfecta y de la atracción gravitatoria combinada de la Luna y el Sol, principalmente. Como resultado, el eje de la Tierra describe un movimiento cónico alrededor del polo casi-fijo de la eclíptica. Una rotación completa del eje de la Tierra alrededor del de la eclíptica siguiendo de este cono toma aproximadamente 26.000 años. Como resultado, el ecuador celeste también se desplaza, de modo que sus puntos de intersección con la eclíptica, los puntos equinocciales, se trasladan de este a oeste a lo largo del círculo de la eclíptica; es decir, en dirección opuesta al zodíaco normal.
El equinoccio vernal, que corresponde al inicio de la primavera en el hemisferio norte, tarda aproximadamente 26.000 años en hacer una revolución completa alrededor de la eclíptica; es decir, a través de las doce constelaciones del zodiaco. Una doceava parte de este tiempo, aproximadamente 2160 años, para transitar cada signo zodiacal. En la antigüedad el equinoccio vernal se ubicó entre los signos de Piscis y Aries, y debido al movimiento de precesión, en la actualidad se ubica en la zona fronteriza entre las constelaciones de Acuario y Piscis, moviéndose lentamente hacia Acuario. Debido a que las constelaciones carecen de límites claros, es difícil definir exactamente cuándo el equinoccio vernal pasará de la constelación de Piscis a la de Acuario, es decir cuándo comenzará la llamada Era de Acuario. Los Mayas lo ubicaron en el solsticio de invierno del 2012.
La Astrología occidental no usa el fondo de las estrellas fijas como referencia, sino que divide la eclíptica en doce segmentos iguales, de 30 grados cada uno, empezando por el equinoccio vernal y asignándoles los nombres de las antiguas constelaciones zodiacales, empezando por Aries. El equinoccio vernal es el punto de referencia a partir del cual se realizan medidas sobre la eclíptica y sobre el ecuador celeste. A causa de la precesión de los equinoccios, en la actualidad, el segmento del zodíaco conocido como Aries se sitúa, en realidad, sobre la constelación de Piscis.
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